Sol San Javier, un hotel 4 estrellas ubicado en la cima de cerro San Javier, rodeado de la imponente yunga tucumana y con vista de la ciudad de San Miguel de Tucumán, da testimonio de todo esto.

A la pequeña provincia de Tucumán se la conoce como el Jardín de la República. Dueña de una imponente belleza natural es la puerta de acceso al carismático norte argentino. Los contrastes dicen presente en Tucumán a pesar de sus estrechas dimensiones: climas húmedos y secos, montañas y llanuras, ciudades contemporáneas y mágicos pueblitos rurales. Sol San Javier, un hotel 4 estrellas ubicado en la cima de cerro San Javier, rodeado de la imponente yunga tucumana y con vista de la ciudad de San Miguel de Tucumán, da testimonio de todo esto. Y su ubicación estratégica permite  visitar muchas y variadas atracciones turísticas en la provincia, sin necesidad de hacer extensos traslados.

Cuenta con un parque de 8 hectáreas, pleno de vegetación autóctona y vistas panorámicas, que inspira a la contemplación. En su SPA cada momento se disfruta como un verdadero culto a la relajación. Ofrecen masajes de relax y descontracturantes, baño sauna y finlandés, ducha escocesa, hidromasajes y salón de belleza. La piscina con vista panorámica también garantiza un estado de contento y reposo absoluto. Los amantes del fitness pueden pasar por su equipado gimnasio. Otras opciones para poner el cuerpo en acción son la cancha de paddle y tenis, los circuitos de trekking y las cabalgatas.

Sol San Javier contempla la diversión y el entretenimiento de los más chicos con un pelotero supervisado por personal del hotel, playstation, y más de 20 juegos de mesas para disfrutar en familia. Una sala de juegos con mesa de pool, ping pong, metegol y un exclusivo micro-cine, donde se exhiben películas a elección de los huéspedes, completan las alternativas para el ocio indoors.