Un negocio que supo reinventarse a raíz del confinamiento y se adaptó (con éxito) al comercio en línea. Conocé el primer concept store digital del país, exclusivo de marcas internacionales de relojería, joyería, beauty, tech y perfumería.
Por Brenda Gil Gorrías
La crisis social y sanitaria derivó en un llamamiento generalizado a buscar soluciones creativas a corto plazo por parte de todos los sectores afectados por el aislamiento. Uno de esos sectores, por supuesto, es el de las marcas de lujo. Pero en pleno siglo XXI, el lujo se democratizó y no hace falta ser millonario darse un gusto como: adquirir una base de maquillaje de Bobbi Brown, un perfume de Marc Jacobs, un reloj de Tommy Hilfiger, una pieza de joyería de Carmín o unas gafas de Ray-Ban para contemplar la puesta de sol desde el jardín o el balcón.
En este momento es como una especie de recompensa frente a la adversidad. De hecho, la cosmética, la perfumería y los complementos arrasaron ni bien Style Store decidió reconvertir su modelo de negocio, apostando 100% por el comercio electrónico. “Cuando en marzo tuvimos que cerrar nuestros locales vimos la necesidad de pensar en algo nuevo. En ese momento, nuestros ingresos de venta online sólo eran un 8% de nuestra facturación. Pero supimos que era una oportunidad de darle a nuestros clientes la experiencia que no podrían tener en los free shops”, relató Gabriel Safirsztein, director general en Swatch Argentina y Head of e-commerce de Style Store. Y agregó: “En septiembre vendimos un 23% más en unidades que año pasado pero teniendo 17 de nuestros 20 locales cerrados”.
Sin dudas la aceleración de la venta online por el COVID-19 hizo que Style Store -que ya era fuerte en el mundo del retail- no solo reemplazara completamente las operaciones físicas, sino que además tenía el desafío de mantener la sensación de proximidad tanto en servicios como en contenidos con sus clientes. En este sentido, impulsó estrategias con nuevos formatos experienciales, uno de ellos muy interesante y que ha recibido una respuesta excelente por parte de los consumidores: un lindo packaging, sumado a regalos por compra. «La experiencia tenía que ser divina. Para nosotros era como decir ‘estamos cerca tuyo y te acompañamos en este momento tan difícil». Y creo que lo que generó la magia fue tener a Steph (Stephanie Demner) como embajadora, porque es una princesa inalcanzable y al mismo tiempo pasa la mopa, y es una persona normal. Y eso es lo que captó la gente y generó empatía. Fue clave para que se dé esta conexión», reveló Safirsztein -quien hace hincapié en que Style representa el lujo accesible-.
Y así como varias marcas se apoyaron en eventos virtuales para fomentar las ventas durante la pandemia, Style ofreció una nueva experiencia durante el Hot Sale: el primer Live Streaming Sales de América Latina, una transmisión en vivo desde la web donde los influencers Stephanie y Lizardo Ponce mostraban algunos productos y la gente podía ingresar y comprar. «Entraron 84 mil personas en una hora y 20 de transmisión y en promedio se quedaron 22 minutos cada una, y se realizaron ventas por unos 5 millones y medio de pesos», contó Gabriel. Así también pudieron alcanzar a potenciales clientes.
Por otro lado, la empresa planea abrir dos nuevos locales, en Alto Palermo y en Abasto Shopping. Y tanto en su versión virtual como será la física, no solo se pueden encontrar las marcas que la firma importa, sino una gran cantidad de etiquetas premium y rubros variados como tecnología y movilidad con monopatines eléctricos. Algunas son DKNY, Armani, parlantes JBL, Clinique, Garmin. En los shoppings habrá probadores virtuales y un punto de experiencia para los gamers. Queda claro que, como dice su eslogan, Experience is the New Luxury,