Pocas cosas pueden superar a un buen libro que te enganche de principio a fin y este es uno de ellos: Lowen Ashleigh, autora al borde de la bancarrota, es contratada por Jeremy, el flamante marido de Verity Crawford, una de las autoras más importantes del momento, para terminar la serie de libros en la que trabajaba su mujer antes de sufrir un grave accidente que la ha dejado en coma. Lowen se instala en la mansión del matrimonio para poder trabajar en las notas en las que trabajaba Verity, con la esperanza de encontrar material suficiente para empezar con su encargo, pero lo que no esperaba descubrir es una autobiografía de la propia Verity, escondida para que nunca salga a la luz.
Por Brenda Gil Gorrías
La adrenalina que genera este thriller psicológico es adictiva. Me refiero a esa sensación que nos acelera los latidos del corazón. El punto de partida para desencadenar la tensión es la perturbadora muerte de un peatón que es atropellado por un camión por cruzar la calle distraído. Pero créanme que cuando comiencen a conocer a los afligidos protagonistas, que cargan con fuertes dramas personales; y los secretos y las mentiras -los mejores ingredientes para alimentar un buen libro de suspenso-, ni van a recordar aquel cráneo crujiendo contra el pavimento.
Por un lado tenemos a Lowen Ashleight, una autora al borde de la bancarrota, contratada para terminar la serie de libros en la que trabajaba Verity Crawford, una de las autoras más importantes del momento, antes de sufrir un grave accidente que la dejó en estado semi vegetativo. Por eso Lowen se instala en la mansión de Verity y su marido Jeremy para poder trabajar en las notas de la escritora. Por otro lado tenemos a Verity, a quien vamos conociendo a través de su autobiografía -que estaba escondida- y que narra la muerte de sus dos hijas gemelas, su obsesión por su esposo y más detalles de su vida íntima, y que cuando Lowen la lee le surgen dudas de todo y de todos: hasta de Crew, el hijo menor del matrimonio. Como si esto fuera poco, una energía sombría e intensa impregna la casa. Lo que hace que la novela gane interés y fuerza porque comienza a dejarte los nervios de punta, a helarte la sangre, y a aterrarte. Pero lo contrarresta con el incipiente romance entre la sustituta de Verity y Jeremy.

Con una sólida presencia de la manipulación; y, por supuesto, con escenas que inquietan demasiado, hace que sientas una necesidad incontrolable (casi como si tu vida dependiera de ello) de conocer todos los detalles de esta retorcida historia, incluso aunque sea bastante siniestra, y usa tu propia imaginación para que experimentes todo de forma más aguda, te metas en la piel de los personajes y desarrolles tus propias teorías sobre lo que va a pasar en los siguientes capítulos, pero te advierto que no es ninguna de las que puedas imaginar.
Misterio hasta la última página.