De vuelta al deseo (Heaven in hell), un film con tintes eróticos que cuestiona los prejuicios de edad 

La película protagonizada por Magdalena Boczarska, Simone Susinna y Katarzyna Sawczuk y dirigida por Tomasz Mandes, conocido por la trilogía “365” estrenada en Netflix, mezcla drama amoroso y familiar con mucho contenido sexual e intenta romper el estereotipo de que una mujer mayor no puede enamorarse de un hombre joven.

Por Brenda Gil Gorrías

Triángulo amoroso, una fórmula que se ha repetido una y otra (y otra) vez y de la que nadie parece cansarse. Este cliché es el gusto culposo de todos los fanáticos de las películas románticas, ya que otorga un elemento extra de drama y suspenso, que sufrimos y disfrutamos a la vez. En esta oportunidad es el punto de partida de la historia entre Maks (Simone Sussina), un viajero italiano; Olga (Magdalena Boczarska), una prestiosa jueza y Maja (Katarzyna Sawczuk), la rebelde hija de la magistrada.

Poco a poco la relación entre Maks y Olga, que se llevan 15 años de diferencia y que pertenecen a diferentes mundos, se convierte en un apasionado romance «prohibido» no solo por la diferencia de edad sino por el conflicto entre madre e hija que se remonta a reclamos del pasado y va mucho más allá de la pelea por el amor del mismo hombre. Como si esos dos problemas no fueran suficientes para Olga, al mismo tiempo su prestigio se ve amenazado por su posible parcialidad en un juicio que lo tiene a Maks como testigo. Si bien él en un comienzo se acerca a ella para tratar de ayudar a su amigo acusado, finalmente se enamora.

En un principio la trama entretiene por la relación que lleva a Olga a vivir emociones extremas, como a lanzarse en paracaídas con Maks y a hacer el amor dentro y fuera del mar. Y se torna aún más interesante cuando entra en juego Maja, la hija de Olga, que luego de tener una fugaz relación con Maks, pretende recuperarlo a través de provocaciones y trampas. Pero la película se alarga demasiado, haciendo que la historia vaya desdibujándose, y se vuelva monótona.

Sin dudas lo más destacable es la premisa de que el amor no tiene edad, y que podés enamorarte de quien quieras. Lo más importante es que sientas la energía con tu pareja, la química.


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